después de desarmarme
y proclamar la libertad
en la comisura de mis labios.
Te veo irte
con tan pocas ganas
que me dan ganas de atarme
y fundirme en una reivindicación constante
a favor de ti.
Te siento
como si fueras el primer día de calor
después de un invierno
horrible.
Te siento y
mientras te siento
me siento
también.
Feliz.
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