Mío


Mío unos ratos (y otros también),
pero, que conste, mío sin posesión.                    
Porque yo sí te quiero.              
Te quiero libre.                      
Y mucho y muy bien.                      
Pero libre.

Y espero que puedas perdonarme por quererte de esta forma tan absurda.
Y espero poder perdonarte yo por quererme así, así de bien.

Y con esto no sé si te estoy abriendo las puertas del caos o si te estoy brindando la oportunidad de destrozarme por completo. Digamos, mejor, que estoy siendo sincera sin quererlo. Digamos, que me estoy dando la opción de hacer las cosas bien y de ser dueña de mi misma mientras me dejo llevar por una brisa de críticas no constructivas, un poco violentas; pero también por unas manos que aprietan al son de un 'todo va a salir bien'. 

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